BAUTISMO DEL ESPÍRITU

 

El Bautismo del Espíritu Santo es la Promesa enviada a nosotros por el Padre después de la Ascensión de Jesús. Nos ha sido dado con el fin de dar poder y autoridad a la Iglesia para predicar el Evangelio por todos los confines de la tierra. El Bautismo del Espíritu Santo es para cada creyente, y se recibe con la salvación.

 

El Espíritu Santo se manifiesta a través de una gran variedad de dones espirituales que nos ayudan a edificar y a santificar la iglesia. Él, demuestra la veracidad de la resurrección, y confirma el poder del Evangelio de Jesucristo. El Espíritu Santo capacita al creyente con los dones cuando él quiere y como él quiere. Todo creyente esta ordenado a desear estos dones en su vida. Estos dones siempre operan en armonía con las Escrituras, y no deben ser utilizados para fines individuales o personales de quien los ha recibido.

 

Versos de referencia:

Joel 2:28-29, Mateo 3:11, Marcos 16:17, Hechos 1:5; 2:1-4, 17, 38-39; 8:14-17; 10:38, 44-47; 11:15-17; 19:1-6, Romanos 1:11, I Corintios 12:1-31; 14:1-40, Efesios 4:16, II Timoteo 1:5-16; 4:14, Hebreos 2:4; 12:4-8, I Pedro 4:1