EL HOMBRE

 

El hombre es la creación especial de Dios, hecho a su propia imagen. Él creo hombre y mujer como la corona de su creación. El regalo de los géneros por lo tanto es parte de la bondad de la creación de Dios. En el principio el hombre era inocente de pecado y le fue dada la voluntad de elección por parte de Dios su creador. Por su libre elección, el hombre pecó en contra de Dios y trajo pecado a la raza humana. El hombre transgredió el mandamiento de Dios por medio de la tentación de Satanás y cayó de su estado original de inocencia por lo que su descendencia heredó una naturaleza y un ambiente inclinado hacia el pecado. Por lo tanto, en el momento en el que el ser humano es capaz de actuar moralmente, se convierte en transgresor de la ley y cae bajo condenación. Solo la gracia de Dios puede traer al hombre a una comunión santa con Él y habilita al hombre a cumplir el propósito de Dios. Lo sagrado de la personalidad humana, se evidencia en el hecho de que Dios creo al hombre a su imagen y semejanza, y en el hecho de que Cristo murió por nosotros; por tanto, toda persona de toda raza posee plena dignidad y es merecedor de respeto y amor.

 

Versos de referencia:

Génesis 1:26-30; 2:5,7,18-22; 3; 9:6, Salmos 1; 8:3-6; 32:1-5; 51:5, Isaías 6:5, Jeremías 17:5, Mateo 16:26, Hechos 17:26-31, Romanos 1:19-32; 3:10-18,23; 5:6,12,19; 6:6; 7:14-25; 8:14-18,29, 1 Corintios 1:21-31; 15:19,21-22, Efesios 2:1-22, Colosenses 1:21-22; 3:9-1