
Felipe Echeverri
Amigos (Friends)
DIOS
Hay un solo Dios vivo y verdadero. Él es un ser espiritual, inteligente y personal, el Creador, Redentor, Sustentador, y Señor del universo. Dios es infinito en santidad y toda perfección. Dios es todopoderoso, omnisciente; y su conocimiento perfecto se extiende a todas las cosas, pasadas, presentes y futuras, incluyendo las decisiones libres de su creación. A Él debemos todo nuestro amor, reverencia y obediencia. El eterno Dios trino se revela a nosotros como Padre, Hijo y Espíritu Santo pero cada uno con atributos personales distintos sin variar su naturaleza, esencia o ser.
-
Dios Padre.
Dios como Padre, reina con cuidado providencial sobre su universo, su creación, y sobre toda persona de acuerdo con su voluntad y su gracia. Él es todopoderoso, omnisciente y sabio. Dios es Padre de verdad para aquellos que se hacen hijos de Dios por medio de la fe en Jesucristo. Él es paternal en su actitud hacia todos los hombres.
Versos de referencia:
Génesis 1:1; 2:7, Éxodo 3:14; 6:2-3; 15:11.; 20:1, Levítico 22:2, Deuteronomio 6:4; 32:6, 1 Crónicas 29:10, Salmos 19:1-3, Isaías 43:3,15; 64:8, Jeremías 10:10; 17:13, Mateo 6:9; 7:11; 23:9; 28:19, Marcos 1:9-11, Juan 4:24; 5:26; 14:6-13; 17:1-8, Hechos 1:7, Romanos 8:14-15, 1 Corintios 8:6, Gálatas 4:6, Efesios 4:6, Colosenses 1:15, 1 Timoteo 1:17, Hebreos 11:6; 12:9, 1 Pedro 1:17, 1 Juan 5:7
-
Dios el Hijo.
Cristo es el eterno Hijo de Dios. En su encarnación como Jesucristo Él fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María. Jesús reveló y vivió de forma perfecta la voluntad de Dios, tomando sobre sí mismo la naturaleza humana con sus implicaciones y necesidades y se identificó completamente con la humanidad pero lo hizo sin conocer pecado alguno. Él honró a ley divina por su obediencia personal y en su muerte en la cruz proveyó redención del pecado para el ser humano. Fue resucitado de entre los muertos en un cuerpo glorificado y apareció a sus discípulos como la persona que fue previo a su crucifixión. Ascendió al cielo y ahora es exaltado a la diestra de Dios donde opera como el único Mediador, completamente Dios, completamente hombre, en cuya Persona se efectúa la reconciliación entre Dios y el hombre. Él regresará en poder y gloria a juzgar el mundo y consumará su misión redentora. Él habita hoy en todo creyente como el Señor vivo y siempre presente.
Versos de referencia:
Génesis 18:1, Salmos 2:7; 110:1, Isaías 7:14; 53, Mateo 1:18-23; 3:17; 8:29; 11:27; 14:33; 16:16,27; 17:5; 27; 28:1-6,19, Marcos 1:1; 3:11, Lucas 1:35; 4:41; 22:70; 24:46, Juan 1:1-18,29; 10:30,38; 11:25-27; 12:44-50; 14:7-11; 16:15-16,28; 17:1-5, 21-22; 20:1-20,28, Hechos 1:9; 2:22-24; 7:55-56; 9:4-5,20, Romanos 1:3-4; 3:23-26; 5:6-21; 8:1-3,34; 10:4, 1 Corintios 1:30; 2:2; 8:6; 15:1-8,24-28, 2 Corintios 5:19-21; 8:9, Gálatas 4:4-5, Efesios 1:20; 3:11; 4:7-10, Filipenses 2:5-11, Colosenses 1:13-22; 2:9, 1 Tesalonicenses 4:14-18, 1 Timoteo 2:5-6; 3:16, Tito 2:13-14, Hebreos 1:1-3; 4:14-15; 7:14-28; 9:12-15,24-28; 12:2; 13:8, 1 Pedro 2:21-25; 3:22, 1 Juan 1:7-9; 3:2; 4:14-15; 5:9, 2 Juan 7-9, Apocalipsis 1:13-16; 5:9-14; 12:10-11; 13:8; 19:16
-
Dios Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios. Él inspiró a los santos hombres de Dios a escribir las Escrituras. Por medio de la iluminación Él habilita a los hombres para entender la verdad. Él exalta a Cristo. Él convence al hombre de pecado, de justicia y de juicio. Él llama a los hombres al arrepentimiento hacia su Salvador y produce regeneración. Él bautiza a todo creyente dentro del cuerpo de Cristo. Él cultiva el carácter cristiano, consuela al creyente y produce en nosotros los dones espirituales por medio de los cuales podemos servir a Dios en su iglesia. Él sella al creyente hasta el día de la redención final. Su presencia en la vida del cristiano es la garantía de que Dios traerá al creyente hasta la estatura y la plenitud de Cristo. Él ilumina y empodera al creyente y a la iglesia en adoración, evangelismo y servicio.
Versos de referencia:
Génesis 1:2, Jueces 14:6, Job 26:13, Salmos 51:11; 139:7, Isaías 61:1-3, Joel 2:28-32, Mateo 1:18; 3:16; 4:1; 12:28-32; 28:19, Marcos 1:10,12, Lucas 1:35; 4:1,18-19; 11:13; 12:12; 24:49, Juan 4:24; 14:16-17,26; 15:26; 16:7-14, Hechos 1:8; 2:1-4,38; 4:31; 5:3; 6:3; 7:55; 8:17,39; 10:44; 13:2; 15:28; 16:6; 19:1-6, Romanos 8:9-11,14-16,26-27, 1 Corintios 2:10-14; 3:16; 12:3-11,13, Gálatas 4:6, Efesios 1:13-14; 4:30; 5:18, 1 Tesalonicenses 5:19, 1 Timoteo 3:16; 4:1, 2 Timoteo 1:14; 3:16, Hebreos 9:8,14, 2 Pedro 1:21, 1 Juan 4:13; 5:6-7, Apocalipsis 1:10; 22:17